TIKAL
24 de janeiro de 2015 – (Guatemala)
Ubicación mapa: punto 68.69 y 70
Era um dos lugares mais esperado para Quique, Maria e Luis. Conhecer Tikal, uma das maiores zonas arqueológicas maias. E eu, na minha ignorância, nunca tinha escutado falar deste tal sítio.
Mas para chegar até lá precisaríamos de umas boas horas de viagem de ônibus, já que Tikal fica localizado bem ao norte da Guatemala. Estávamos de volta a Antigua Guatemala, local que tínhamos acertado com a agencia de viagens.
Nos restavam 2 horas de van até a capital Ciudad de Guatemala e depois um ônibus de 8 horas até Santa Elena.
Chegamos tarde da noite em uma rodoviária em Guatemala, um lugar muito estranho, com vários botecos, pouca luz e turistas assustados que não colocavam um pé para fora da estação. Por algo já tinham nos avisado para tomar cuidado nesta zona.
Já no confortável ônibus, observava que saindo desta rua principal, não havia mais nenhuma alma caminhante nesta parte da cidade. Sentimos um grande alívio de estar dentro do ônibus neste instante e não pedalando como de costume.
Depois de viajar toda a noite (pelo que escutamos, a rota Guatemala-Santa Helena é uma das poucas, se não a única, que o ônibus faz em horário noturno) chegamos junto ao sol que estava acordando, em Santa Elena. Num estacionamento de ônibus com vários guias e taxistas querendo nos levar e recomendar lugares. A vantagem de viajar com os sogros era que eles já tinham tudo arrumado e reservado, assim logo já estávamos em um hotel, um luxo só para padrão ciclo-viajantes.
Santa Elena é uma cidadezinha pequena dentro do departamento do Petén, que é mais um lugar de trnsito, para chegar um dia e se direcionar para os famosos lugares que ficam de caminho: Tikal ou Belize.
Flores, a poucos metros da cidade, na verdade me pareceu um lugar forçado para que seja um lugar buscado por turistas, já que nos pacotes de agencias tem que ter um dia de descanso antes de ir para outros centros de turismo em massa.
Tiramos a manhã para ir caminhando até lá. Nesta região, até um shopping é convertido em um “maya shopping”, com estátuas de deuses maias.
Flores é uma ilha rodeada pelo lago Petén Itzá, que de pouco vai tomando conta da ilha. O nível do lago tem subido muito nos últimos anos e já não é possível dar a volta na ilha caminhando ao redor da agua.
Quique não quis nos acompanhar nesta caminhada, preferiu ficar assistindo um jogo do Barcelona. Mas justo Luis Enrique (não o cicloviajante, e sim o técnico do Barcelona) resolveu não colocar o Suarez e ficou de mal humor. Sim, tem cada coisa que viajando com o namorado temos que aguentar…
No centro da ilha, eu e os sogros aproveitamos para matear um pouco na plaza central. Um lugar bem agradável, com seu tradicional coreto, igreja e edificio público.
Já perto do meio-dia aproveitamos para comer em um restaurante de uma argentina, chamado San Telmo. Comida muito saborosa, variada e com a vista para o lago Petén.
A volta foi de Tuk Tuk , este taxi triciclo asiático que já faz parte desta região
El otro día temprano salimos para Tikal en el remise contratado para recorrer los 64 kilómetros que la separan de Flores. En medio del camino el chofer para y nos pregunta con aires de inocencia si podemos llevar a un trabajador que va para las ruinas. Si por supuesto- respondimos.
En el viaje charla va, conversa viene y al final, como quien no quiere la cosa, se termina ofreciendo como guía. Recién ahí nos cayó la ficha de que nos habían hecho una jugarreta “turística”. De todas formas, ya habíamos entrado en cierta confianza con el hombre y luego de negociar un poco el precio accedimos a los servicios ofrecidos.
El Parque Nacional Tikal, fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1979 y es el sitio excavado más grande del continente americano. En 1848 un joven, Ambrosio Tut, “descubrió” las ruinas, aunque se sabe que el conocimiento del sitio por parte de los pobladores locales nunca se perdió. Tikal viene del idioma maya itzá y que significa «lugar de las voces».
Los monos hacian el papel de anfitriones, estabn por todos los lados. Principlamnete en el àrbol ramon, una espécie muy comun en Centro América que su fruto sirve de alimento para los animales y para la gente de la región. Su castaña es conocida como nuez de ramón. Rica en proteína, potasio y calcio es un excelente alimento nutritivo para la población que sufre desnutrición. Nosotros probamos un licuado de ramón, y es bastante parecido con el gusto de cacao!
Las puertas al majestuoso lugar se abrieron, luego de un pago obligatorio de 150 quetzales cada uno (20 usd aproximadamente).
La entrada hacía presagiar lo imponente que nos esperaba. La selva espesa del Petén, lo envolvía todo.
Una ceiba gigante (árbol nacional de Guatemala y sagrado para los mayas) al mismo tiempo que vigilaba, nos daba la bienvenida, con sus raíces apuntando a los 4 puntos cardinales.
Unos golpes de un pájaro carpintero se escuchaban a lo lejos y acompañaron nuestros primeros pasos.
Tomamos el sendero del medio, y pasamos por el Grupo F, que era el mercado.
Por momentos tenía la sensación de haber entrado en otra atmósfera, aunque en el mismo espacio, pero en otro tiempo. Estructuras aún cubiertas por la densa selva (que representan un 80% de la ciudad original), parecían acercar a la vista que tuvieron los primeros exploradores y arqueólogos.
Mi imaginación volaba y trataba de acercarse al cotidiano de esta gran y esplendorosa civilización, pero cada tanto volvía y recordaba y miraba a los descendientes de la misma, los mayas actuales. A algunos de ellos les permitían trabajar (vendiendo “artesanías”) en lo que fue la capital de sus antepasados, pero casi no era reconocida esa conexión ancestral, ni muchos menos interesaba su situación actual. Esas extrañas mezclas de sensaciones, admiración y emoción, dolor y rabia, alegría y tristeza me acompaño durante todo el recorrido.
Esta es la parte de atrás del Templo I, también llamado Gran Jaguar, debido al jaguar grabado en la crestería, es decir, en la parte más alta del mismo.
Ubicado en la plaza mayor, es el templo símbolo de Tikal que aparece en todas las fotos promocionales. Actualmente está prohibido escalarlo, dicen debido a que algunos turistas se suicidaron, saltando desde arriba.
Es una pirámide funeraria, dedicada a Jasaw Chan K’awil, sepultado en el 734 D.C. La cima de la pirámide formada por nueve escalones superpuestos, donde está situado su santuario.
El número nueve para los mayas representa los 9 niveles en que se divide el inframundo (según su cosmogonía el cosmos se dividia en el Mundo Superior, el mundo en el que vivimos y el inframundo) y también las 9 lunas, representa el ciclo de reproducción de la mujer.
El Templo II (Templo de las máscaras o de la Luna) se construyó para la esposa de Jasaw Chan K’awil, aunque nunca se encontró su tumba.
La Acrópolis Central, es un complejo de palacios, tiene 215 metros de largo y está al sur de la gran Plaza.
Más allá de la Plaza Central, está el Templo III (Templo del Gran Sacerdote Jaguar).
Pero no está permitido su acceso. Éste es el único de los templos cuyo dintel todavía se encuentra en su lugar, el resto anda distinguiendo museos de Europa y Estados Unidos. Los dinteles eran los umbrales elegantes de las puertas del templo. En Tikal, los dinteles se tallaron en madera del árbol de chico zapote, que es sumamente dura, y es de donde se obtiene la resina con la cual se hace el chicle. Los mayas tallaron estos magníficos trozos de madera hace más de mil años, por lo que cada dintel es un tesoro auténtico.
Luego pasamos por el Templo V. Tiene 57 metros de altura. Solo podían subir los sacerdotes y los gobernantes. Era un lugar sagrado.
Seguimos andando hasta llegar a El Templo IV (de la serpiente bicéfala), la estructura más alta de Tikal (y de la América precolombina), mide casi 70 metros de altura. Subimos por unas escaleras laterales de madera, apoyadas en troncos y raíces, que las mirábamos con desconfianza.
Arriba la vista es impactante. La alfombra verde de los árboles y el celeste cielo dividen el horizonte por la mitad. Solo rompen ese hipnotizante equilibro los Templos I, II y III que sobresalen desde la tupida la selva, como queriendo respirar o mirar lejos. Da la impresión que la cima de las pirámides están flotando en el mar verde de la selva.
El copal es una resina vegetal que proviene del árbol homónimo. Es uno de los inciensos más importantes usado por las milenarias culturas de América, y tiene connotaciones espirituales arraigadas en la creencia popular. Se dice que el copal purifica, protege, atrae el amor y la abundancia.
Un elemento extraordinario de la ingeniería de Tikal, es que al no contar con ríos y lagos en las cercanías, construyeron un sistema de almacenamiento de aguas de lluvias (a través de canales y embalses impermeabilizados) que fue capaz de mantener a una gran ciudad, con una población mayor a los 100.000 habitantes para un área de 120 km2.
Los mayas habitaron Tikal durante unos 1.500 años, aunque tuvo su apogeo durante el período clásico, entre el 200 y 900 D.C. Posteriormente, los mayas itzaes lo abandonaron abruptamente y la selva reclamó sus ruinas. Los motivos, siguen siendo aún hoy, un misterio.
Ya en la despedida, daban ganas de pasar varios días allí, para descubrir, aprender y dejarse estar en esta majestuosa selva y mágico lugar. Hay algunos hoteles e incluso lugar para acampar allí mismo. La próxima vez, carpa de por medio, nos volveremos a ver y habrá mas tiempo para conocernos mejor.